Lucía de Andrés
Doctora en Neurobiología por la Universidad de Friburgo y madre de un niño pequeño, Lucía trabaja actualmente para la editorial científica Frontiers in Public Health.
Vida profesional
P. ¿Nos podrías explicar brevemente tu carrera profesional hasta el día de hoy?
R. Estudié el grado de Bioquímica en la UAM, un máster en biomedicina en King’s College London y luego hice la tesis en Neurobiología en la Universidad de Friburgo. Actualmente compatibilizo mi puesto de trabajo en Frontiers con un máster de Salud Pública a tiempo parcial en Imperial College London.
P. ¿Por qué viniste a Suiza?
R. Al terminar el máster en King’s College empecé a buscar proyectos de tesis doctoral. Recibí una oferta en Alemania y otra en Suiza, esta última era un proyecto interdisciplinar relacionado con procesos de comportamiento y electrofisiológicos en larvas de Drosophila melanogaster, un organismo en el había trabajado en mi proyecto fin de grado en la UAM. Este proyecto me pareció muy atractivo y visitando el laboratorio me gustó la ciudad por su tranquilidad y el país por su increíble naturaleza.
P. ¿Cuáles han sido los retos o desafíos más destacados en estos años como investigadora?
R. Mi primer gran reto fue afrontar un proyecto interdisciplinar con tres supervisores: un neurobiólogo y dos matemáticos. Tuve que hacer un esfuerzo para aprender técnicas matemáticas y de programación que no formaban parte del currículo convencional. El reto final fue escribir la tesis en el primer lock-down (marzo de 2020) sin acceso al laboratorio. Por suerte, había completado y publicado la primera parte de la tesis, pero para la segunda parte terminé casi con más preguntas que respuestas.
P. ¿Cuáles son los logros de los que estás más orgullosa?
R. El logro principal de mi tesis fue construir un modelo matemático de comportamiento de las larvas en función de un estímulo externo (iluminación) que funciona muy bien. Durante este trabajo me integré en un equipo pluridisciplinar e hice de puente de comunicación entre diferentes campos. A veces parece que hay fronteras definidas entre disciplinas, pero la ciencia en el mundo real no funciona así. Los resultados más interesantes involucran colaboración entre distintos campos científicos.
ACECH y tú
P. ¿Qué te ha aportado ACECH?
R. Vivir en un país extranjero, lejos de familia y amigos de la infancia, no es fácil. Suiza es un país multilingüe y la barrera de los idiomas no es despreciable. En ese sentido, tener una asociación en la que todo el mundo comparte la cultura española, donde además se puede hablar de ciencia, es un apoyo importante.
P. ¿Cómo ves el futuro de ACECH?
R. En Suiza se invierte mucho en ciencia –tanto para investigar en universidades, como para trabajar en farmacéuticas o para avanzar en science policy en organizaciones internacionales– y creo que eso va a seguir atrayendo a investigadores españoles. Aunque algunos vuelvan a España o a otros países, siempre quedará un núcleo importante de investigadores españoles en Suiza dispuestos a encontrarse. Además, Suiza es un país muy bien conectado, y eso facilita la labor de una organización como la ACECH.
Curiosidades sobre tí
P. ¿Has sentido en algún momento de tu carrera profesional que el hecho de ser mujer y madre te ha afectado de manera negativa?
R. Formar una familia siempre influye de forma negativa en el trabajo, pero me siento afortunada con Frontiers. Me han dado muchas facilidades (como reincorporarme al 80% o cogerme una excedencia de dos meses). La obligación de una sociedad que desea un futuro es apoyar a su familia.
P. ¿Y positiva?
R. Tener un hijo me hace ser más eficiente, concentrarme en mis objetivos y valorar el tiempo.
P. ¿Si pudieras traerte algo de España a Suiza, que sería?
R. Claramente a mi familia, mis amigos de la infancia y algunas comidas españolas 😀
P. ¿Y de Suiza a España?
R. Hay aspectos culturales de Suiza que me gustan mucho: la eficiencia en el trabajo, la precisión y la puntualidad.
P. ¿Si tuvieses un superpoder, cuál sería? ¿Por qué?
R. Me gustaría poder tener telepatía – algo muy útil cuando tienes un hijo de año y medio, que sabe lo que quiere pero que todavía no lo puede comunicar.
P. ¿Dónde te gustaría estar en cinco años?
R. El tiempo pasa tan rápido, que prefiero concentrarme en el presente y disfrutar de lo que hago ahora. No sé dónde estaré en cinco años, pero tengo claro lo que espero que no me falte: mi familia y mis amigos.
P. Algún dato curioso sobre tí – no profesional
R. Desde pequeña me encanta viajar en tren. En cuanto me independicé (muy a pesar de mi familia) empecé a viajar en tren por todas partes, incluido desde Suiza hasta España. Sin contar los trayectos de ‘commuting’, he recorrido el equivalente a la mitad de la circunferencia de la Tierra en tren.
Conclusión final
P. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere venir a trabajar a Suiza?
R. Mantener la mente abierta, y hacer un esfuerzo para aprender los idiomas locales. La sociedad suiza ayuda mucho a las familias en general, pero no siempre a la madre, así que es importante tener claro los sacrificios que se está dispuesto a hacer en la vida personal y profesional, e ir a por ello.