César Nombela Arrieta
César Nombela es Profesor Titular (Associate Professor) en el Departamento de Oncología Médica y Hematología de la Universidad de Zurich y el Hospital Universitario de Zurich.
Vida profesional
P. ¿Nos podrías explicar brevemente tu carrera profesional hasta el día de hoy?
R. Estudié Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid. Seguidamente empecé mi doctorado en el departamento de Inmunología y Oncología del Centro Nacional de Biotecnología (CNB/CSIC). A mitad de tesis mi jefe se trasladó a la Universidad de Berna y decidí seguirle para terminar allí mi doctorado. Realicé mi trabajo postdoctoral en EEUU, en el Children’s Hospital y Harvard Stem Cell Institute. En 2013 me trasladé a Zurich para empezar mi propio grupo de investigación.
P. ¿Por qué viniste a Suiza?
R. Durante el doctorado me mudé a Berna porque mi jefe se trasladaba allí desde Madrid. El proyecto iba muy bien y yo en ese momento no tenía nada que me atase a Madrid, así que me vine con él. Me gustó mucho la experiencia, las condiciones de trabajo y el país. Aunque nunca pensé que fuera a regresar de forma estable, al plantearme el regreso después del postdoc, además de España también busqué trabajo en Suiza. Entonces surgió una muy buena oportunidad en Zurich y no lo dudé.
P. ¿Cuáles han sido los retos o desafíos más destacados hasta la fecha?
R. En mi historia personal hay dos momentos claves. El primero durante los primeros años de postdoc, cuando los resultados no acompañaban y la incertidumbre era difícil de llevar. Tuve que acostumbrarme a trabajar de forma independiente y ganar confianza en mis propias ideas. El segundo momento fue la transición de Assistant a Associate Professor, y mi estabilización en la Universidad de Zurich. Han sido años de mucha presión por publicar y conseguir financiación que asegurase mi futuro aquí
P. ¿Qué ventajas y dificultades has encontrado al establecer un equipo de investigación en un entorno como el Hospital Universitario de Zúrich (USZ)?
R. Aquí hay más recursos dedicados a la investigación que en España. Además de financiación pública, el sector privado contribuye de forma significativa. Esto permite que gente joven pueda construir un grupo de investigación con estabilidad y buenas condiciones. En mi caso, la cercanía a equipos clínicos me ha permitido aplicar una visión más translacional a nuestro trabajo. La mayor dificultad que he tenido ha sido el ser extranjero y ajeno al sistema. Como es natural, esto supone siempre un reto.
P. ¿Cómo pueden la medicina de precisión y las terapias personalizadas mejorar el diagnóstico y tratamiento del cáncer y otras enfermedades?
R. La medicina de precisión aplicada al cáncer se basa en la caracterización exhaustiva a nivel molecular y celular de cada tumor, mediante el uso de múltiples tecnologías punteras, para revelar aspectos biológicos de los mismos que ayuden a guiar la elección de tratamientos de forma individualizada. El potencial de estas estrategias es enorme, y ya han dado buenos resultados especialmente en algunos tipos de cancer. Sin embargo el camino es largo, debido principalmente a su alto coste.
P. ¿Cómo ves la proyección de este tipo de medidas de diagnóstico y tratamiento en España, Suiza y Europa?
R. Tanto en Suiza como en muchos países europeos se han creado varios “Comprehensive Cancer Centers” en los que se trata de conjugar la mejor investigación translacional y clínica, cuidado del paciente y formación de excelencia de oncólogos, en una única institución. Esto requiere una financiación muy elevada para crear estructuras multidisciplinares en las que tecnólogos, científicos y médicos puedan cooperar entre si y contribuir al proceso de decisión de elección terapéutica.
ACECH y tú
P. ¿Qué te ha aportado ACECH?
R. Ser miembro de la ACECH me ha permitido conocer a muchos otros científicos españoles que están en una situación parecida, y a los que poder recurrir. Asistir a los eventos contribuye a generar un sentimiento de comunidad. Este año también me permitió participar en una reunión con la Presidenta del Congreso, en la que algunos expresamos nuestra preocupación por la situación de la investigación en España, en donde hacer ciencia se está convirtiendo en un acto de heroísmo.
P. ¿Qué te gustaría que ACECH ofreciera en el fututo?
R. El equipo de ACECH realiza una labor estupenda y muy necesaria, dándole proyección al trabajo que hacemos los españoles en Suiza. Habría que encontrar la forma, dentro de nuestras posibilidades, de que nuestra experiencia contribuya a que la situación de la ciencia en España mejore de forma sustancial. Es complicado, pero creo que podemos aportar una visión desde un país en el que se valora el trabajo científico, su aportación a la sociedad, y el retorno que genera la inversión en ciencia.
Curiosidades sobre tí
P. ¿Si pudieras traerte algo de España a Suiza, que sería?
R. Supongo que muchos estaremos de acuerdo en que estaría bien importar algunos aspectos de nuestra gran gastronomía. Pero más allá de eso, creo que en el ámbito profesional los españoles tenemos una gran flexibilidad que nos permite trabajar muy bien bajo presión. Esto hace que estemos muy bien valorados, allá donde vamos. Por otro lado y por diversas razones el carácter español es más abierto y alegre que el suizo, aunque una vez que rompes la primera barrera, los suizos son gente muy acogedora.
P. ¿Y de Suiza a España?
R. La fiabilidad es algo que valoro mucho del ambiente profesional en Suiza. Esta fiabilidad permite planificar las cosas con antelación y sabiendo que no habrá contratiempos. En cuanto a la vida fuera del trabajo, los paisajes y la naturaleza suiza son espectaculares. Hay una mayor tendencia a hacer deportes y disfrutar de actividades al aire libre, lo que hace que los suizos lleven una vida muy saludable desde edades muy tempranas. Esto lo constato en mis hijos y me parece una gran ventaja.
P. ¿Si tuvieses un superpoder, cuál sería? ¿Por qué?
R. Puestos a soñar, creo que el poder de la bilocación. Hay muchas ocasiones en las que me encantaría estar en varios sitios a la vez y no perderme nada, especialmente viviendo alejado de nuestras familias y amigos en Madrid.
P. ¿Con qué animal te identificas y por qué?
R. Quizás con un toro porque soy impulsivo y, muy a mi pesar, entro a todos los trapos (soy Tauro). También creo que tiene un aspecto muy positivo ya que soy alguien centrado y con capacidad de luchar y pelear por aquellos objetivos que considero merecen la pena.
P. Algún dato curioso sobre tí – no profesional
R. Soy ahijado de un premio Nobel, Severo Ochoa. Mis padres trabajaron con Don Severo en Nueva York y durante ese tiempo crearon fuerte vínculos. Cuando nací, le pidieron que fuera mi padrino de bautismo y él aceptó.
P. ¿Con qué persona famosa te gustaría cenar?
R. Aunque se me ocurre mucha gente con la que me gustosamente compartiría una cena, me hubiera encantado conocer y tomarme unas cervezas con David Gistau. Era un columnista, escritor y periodista por el que sentía gran admiración porque parecía un tío cercano, interesante y sobre todo muy divertido.
Conclusión final
P. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere venir a trabajar a Suiza?
R. Como a cualquiera que deja su país para trabajar en el extranjero, le diría que tenga la mente muy abierta. Aquí encontrará cosas que le gustarán y otras no tanto, pero adaptarse depende de uno mismo. En mi experiencia, Suiza es un gran país a muchos niveles, entre ellos el laboral. Para aquel que de verdad quiera venir mi consejo sería que perseverase en el intento, porque los españoles aquí están muy bien valorados profesionalmente.